La variedad de iluminación que podemos incorporar en nuestro salón comedor en función del tamaño de la estancia y el mobiliario es realmente abrumadora, por ello, es crucial hacer una correcta selección para garantizar un ambiente acogedor y agradable. Primero debemos atender la iluminación general que nos proporcionará una luz unificada sin crear sombras y espacios oscuros. En este sentido, lo más recomendable es usar plafones de techo o focos empotrables en número adecuado para el tamaño de la estancia. En caso de iluminación de acento cuya aplicación sirve para resaltar elementos decorativos, podemos hacer uso de apliques para iluminar cuadros, lámparas de mesa o focos para crear puntos de luz focalizada. Por otro lado, una lámpara de pie será una perfecta aliada para un rincón de lectura cerca del sofá o simplemente para ofrecer un punto de luz adicional, siendo a su vez, un elemento decorativo. Si disponemos de una mesa de comedor, se recomienda instalar luces colgantes encima de ella, la opción más elegante en forma de luz directa para veladas inolvidables. En cuanto al color de temperatura de la luz, es preferible usar tonos más cálidos entre 2700K y 3000K para crear entornos más relajantes. Gracias a su importante papel decorativo, debemos tener en cuenta la estética general para adaptarla a nuestro estilo y a las necesidades específicas del lugar.
EN