¿Quieres atraer más clientes o incluso estimular a tu público?
Si la respuesta es sí, sin duda, estás en el lugar adecuado. Estudios científicos en el campo del marketing sensorial afirman que la luz es un factor clave en el proceso de compra, sobre todo porque ayuda a modificar la percepción de los productos según su temperatura de luz, brillo, etc. Además, colocar la luz de forma estratégica puede guiar a los clientes dentro de la tienda favoreciendo la venta de ciertos productos. Para ello, hay que tener en cuenta ciertos elementos que nos ayudarán a crear el efecto deseado.
En primer lugar, hay que considerar la temperatura de color. Si lo que pretendes es iluminar un local comercial con un efecto envolvente e íntimo, una temperatura de color cálida (3000K-4000K) es ideal para ti. La luz cálida es recomendada para locales como pequeños restaurantes, cafeterías, fruterías o tiendas de alimentación en general.
Si por el contrario tu misión es iluminar un espacio amplio como tiendas de ropa, tiendas de joyas (en las cuales se busca resaltar el brillo de los productos) o farmacias, la luz fría (más de 4000K) es la más indicada. Esta temperatura de color es ideal para evitar distorsionar los colores de los productos y simular un tipo de luz natural. Asimismo, la luz neutra crea también una atmósfera más confortable y con mejor imagen, incentiva a la concentración y ayuda a distinguir mejor los contrastes.
Por otro lado, si buscas iluminar un escaparate, la temperatura de color dependerá de los colores que pretendas resaltar. Se aconseja una luz cálida para resaltar colores cálidos como rojos o amarillos, luz fría para resaltar los colores blancos, verdes o azules y la luz neutra es perfecta para una iluminación más general, en la que no se quiere destacar ningún color en concreto.
Otro elemento esencial que no debemos olvidar es el Índice de Reproducción Cromática (CRI). Se trata de una medida utilizada en relación a una fuente de luz en una escala del 0 al 100 para medir cómo de capaz puede mostrar los colores de un objeto de manera real. Por lo tanto, y para que los colores y características de los productos de una tienda se vean resaltados, se recomienda una iluminación con alto índice de reproducción cromática, especialmente por encima de 80.
En cuanto al tipo de producto, los más usados en la iluminación de tiendas y locales comerciales son focos empotrables o focos de carril, ya que son muy discretos a la vez que garantizan una iluminación muy específica y efectiva pudiendo modificar la dirección de la proyección de la luz, destacando ciertos productos haciéndolos aún más atractivos.
Ante cualquier pregunta que pueda surgirte no dudes en contactar con nosotros. Nuestro equipo de expertos no solo te asesorará de manera profesional, sino que también te ofrecerá la mejor solución lumínica para cualquier tipo de proyecto.
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