Crear un espacio acogedor y cómodo para los huéspedes de un hotel es muy importante para generar una influencia positiva en ellos y ofrecerles una experiencia inolvidable. Desde el momento en que cruzan sus puertas, la luz permite guiarlos a través de cada una de las estancias y resalta elementos arquitectónicos y decorativos de especial interés. En los espacios públicos, como el vestíbulo y las áreas comunes, normalmente se utiliza una luz cálida y acogedora de unos 2700-3000 kelvin que fomenta la relajación y la interacción. Las majestuosas lámparas de araña son ideales para alumbrar dicho espacio. En la recepción, la luz es brillante y acogedora, brindando una cálida bienvenida. En las habitaciones, la iluminación se convierte en una herramienta para personalizar el ambiente, permitiendo a los huéspedes crear su propio espacio de confort y tranquilidad. La tecnología LED ha revolucionado la iluminación hotelera debido a su versatilidad y eficiencia energética. La capacidad de ajustar la temperatura de color y la intensidad lumínica permite la flexibilidad necesaria para adaptarse a diferentes momentos del día y propósitos, como la relajación o el trabajo.