Cuando hablamos de luz ambiental nos referimos aquella capa de iluminación básica que se encarga de dar luz a los espacios abiertos e incluso cerrados. Zonas como las paredes o incluso ciertas piezas principales como pueden ser los muebles.
Gracias a la iluminación ambiental podemos circular dentro de una sala, leer cualquier programa o simplemente descansar. Forma parte de la iluminación decorativa y arquitectónica de cualquier edificio, y a veces suele apagarse cuando se necesita otro tipo de luz más especial.