Al aire libre, en un espacio cerrado o en mitad de una gran sala. Sea como sea hay algo que no puede fallar en un concierto, la iluminación y sus efectos.
Conseguir una buena iluminación en un escenario es fundamental para que el artista pueda llegar a trasmitir al público los sentimientos que produce la música. Es la mejor forma de crear una atmósfera única entre el espacio, el sonido y los asistentes.