LightingSpain ya ha llegado el verano de 2018, y te queremos ayudar a elegir el ventilador adecuado para tu casa o tu negocio. Tanto con luz como sin ella, hay varios puntos que hacen aconsejable decantarse por comprar ventilador de techo frente al aire acondicionado. Vamos a ver sus características principales y ventajas, que hacen que gane la batalla de ventilador vs aire acondicionado.
- Se trata de aparatos de bajo consumo. Obviamente, el consumo está sujeto a la potencia del mismo.
- Aportan un valor estético que no tiene el aire acondicionado, y se pueden integrar en la decoración del estilo en que tengas tu casa o negocio: moderno, rústico, minimalista…
- Para ponerlos en casa, no es necesario hacer la instalación de un aparato exterior en la fachada o el balcón de casa, ocupando menos espacio.
- Los ventiladores aprovechan el movimiento del aire, haciendo que la temperatura se reduzca hasta en ocho grados.
- Muchos ventiladores tienen disponible la función de invierno: invirtiendo el movimiento, dispersan el calor que asciende.
- La eficiencia de la calefacción en los meses fríos es mucho mayor.
- No necesitan que se haga obra para su instalación: esta se realiza como cualquier otra lámpara de techo en muy poco tiempo.
- Al hacer circular el aire, la sensación de frescor es mucho mayor, el calor se dispersa y el sudor se evapora.
Por otro lado, el aire acondicionado:
- Tiene un mayor consumo de electricidad, y son menos eficientes energéticamente.
- Si se trata de un aparato de aire acondicionado con aire por conductos, es necesario hacer un falso techo para ocultarlos, lo que reduce su altura.
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Hacen que el ambiente de la habitación donde estén se reseque, con las molestias físicas que ello conlleva.
Cuando se opta por ventiladores de techo con luz, se obtiene un aparato que es suficiente para que el confort de la estancia donde estén colocados sea el adecuadoi. El consumo de los mismos llega a ser inferior hasta en un 90% con respecto al que tienen los aparatos de aire acondicionado convencionales. Además, suman la ventaja de que su funcionamiento y manejo es muy sencillo: de manejo manual o con mando a distancia, se regulan con los comandos de encendido/apagado, velocidad y posición verano/invierno. Si a todo eso sumamos que se trata de aparatos extremadamente silenciosos, y con un componente decorativo mucho mayor que el de otros aparatos eléctricos, la decisión de poner un ventilador para casa o de comprar ventiladores para la oficina es sin duda una buena idea.
El funcionamiento de los ventiladores no es el de enfriar el aire, sino que simplemente lo desplazan, hacen que entre en circulación. De esta manera, se mueve el aire que tenemos a nuestro alrededor, refrescando el ambiente de manera natural. A finales del siglo XIX fue cuando aparecieron los primeros, principalmente destinados a hoteles, establecimientos públicos y, sobre todo, fábricas. A partir de la década de los 20 del siglo pasado fue cuando se popularizó su uso doméstico, y hoy en día están presente en muchos hogares, planteándose como una alternativa más sostenible y ecológica que el aire acondicionado.
No solo eso, sino que otro factor que puede decantar la balanza es el precio: LightingSpain te ofrece en su catálogo modelos a partir de ochenta euros. Además, los ventiladores de techo de LightingSpain están diseñados en España y cuentan con la garantía y el respaldo de FEDAI, la Federación de Fabricantes y Exportadores: en el momento de realizar tu compra, el contacto con la empresa que vende estos aparatos es directo, y en menos de dos días lo tendrás en tu casa, listo para que lo instales.
Escoger el ventilador adecuado es bastante sencillo, solamente hay que fijarse en algunos aspectos que facilitan enormemente la decisión final:
- Número de velocidades
- Potencia
- Tamaño de la habitación
- Dimensiones del aparato y de las palas
- Etiquetado y seguridad: todos nuestros ventiladores pasan los controles de la CE
Además, la práctica totalidad de los modelos que te ofrecemos cuentan con iluminación incorporada, por lo que podrás disfrutar de dos funciones en una, e incluso tres: refrescar el ambiente, iluminar la estancia y ser un elemento decorativo más de la habitación.