La venta online de lámparas de oficina es la manera más cómoda y rápida de renovar la iluminación de un lugar de trabajo. Antes de comenzar la búsqueda de luminarias para el puesto de trabajo, es importante tener en cuenta tres factores que nos ayudaran a que la búsqueda sea lo más eficaz posible:
· Legislación sobre iluminación de las oficinas
· Confort visual de los trabajadores
· Estética de las lámparas elegidas
Cada tipo de trabajo necesita una iluminación precisa, y hay aparatos que se adaptan a cada realidad: no es lo mismo una empresa donde parte del trabajo se realice de cara al público, que una donde se realicen numerosas reuniones de equipo, o en la que cada trabajador pase toda su jornada trabajando frente a la pantalla de un ordenador.
Iluminar pasillos y zonas de paso
Las grandes olvidadas a la hora de diseñar la iluminación de una oficina son las zonas de paso. A menudo no se tienen en cuenta los pasillos, las entradas, las zonas de descanso, el rincón de la máquina de café… lugares por los que se pasa muchas veces a lo largo del día, y que también hablan de nuestro negocio u oficina a los visitantes.
Como la exigencia lumínica de los mismos se encuadra dentro de «baja», recurrir a los apliques de pared o de techo es una buena solución.
Discretos, elegantes y fáciles de instalar, los focos o los apliques son una manera de obtener una fuente de luz práctica en las zonas donde la luz ha de notarse, pero no verse.
Cómo elegir lámparas de oficina
El puesto de trabajo individual de nuestros empleados requiere una iluminación específica que refuerce la iluminación general de la sala donde se lleva a cabo la labor. Este es un factor que durante mucho tiempo no se ha tenido en cuenta, y era habitual que los lugares de trabajo tuviesen simplemente tubos fluorescentes como toda iluminación.
Con la tecnificación y especialización de los trabajos, es habitual que se usen ordenadores para mecanizar los procesos, y por ello que las luces sean específicas para cada puesto. Cuando la iluminación no es la adecuada, el trabajador se fatigará y perderá la concentración con rapidez. Para evitarlo, un punto de luz específico es el mejor apoyo para alcanzar la iluminación marcada por ley y que, además, mejore el rendimiento laboral.
La lámpara Looker ofrece una imagen moderna y desenfadada. Su diseño, que recuerda a un mecano, encaja también como lámpara de estudio. Del, por su parte, aporta la elegancia de los diseños hechos en metal, aportando un toque más formal a la oficina. La tercera propuesta para un punto de iluminación en el puesto de trabajo es la lámpara de inspiración vintage Club. Puedes encontrar más ejemplos en la categoría de lámparas de oficina.
Lámparas para salas de reuniones
La sala de reuniones es el lugar donde se desarrolla una parte muy importante del trabajo: sirve tanto para reunir a los empleados y planificar el trabajo de la semana o del día, como para recibir visitas o mantener reuniones con colaboradores y clientes. Por ello, que la iluminación sea impecable es un requisito absoluto.
Dependiendo del tamaño de la sala, será necesario colocar una, dos o hasta tres lámparas, todas iguales, en el techo. La decoración y la actividad de la empresa determinan qué tipo de lámpara escoger. Los plafones de techo alargados abarcan un espacio horizontal amplio, mientras que las lámparas redondas tipo tambor ofrecen una estética más amable, sin esquinas.
También se puede optar por una estética minimalista, en tonos neutros, que ilumine sin hacerse notar, pero que aporte un punto de diseño a la sala. Las lámparas colgantes realizan esa función con eficacia.
Para deslumbrar a los visitantes y clientes, hay diseños originales, cuyas formas y acabados hacen que la mirada se fije en ellos. De esta manera, se causa una primera impresión positiva, y se aumentan las posibilidades de que se acuerden de nosotros en el futuro.
La actual tecnología permite regular mediante bluetooth la intensidad de las luces de la sala, por lo que dependiendo del número de asistentes a la reunión se puede aplicar una intensidad u otra.
Qué dice la legislación sobre la luz en las oficinas
En España, el nivel mínimo de iluminación en el puesto de trabajo está definido en el Real Decreto 486/1997. Para establecer este nivel, se usa un luxómetro y los valores que arrojan se expresan en lux. El lux es la iluminación que produce un lumen (cantidad de luz que es emitida por la fuente) en un metro cuadrado.
En el caso de las zonas donde la exigencia visual sea baja, el mínimo es de 100 lux. Por ejemplo, en salas de máquinas o lugares donde se trabaje con transportando o manipulando mercancía
El siguiente hito son los espacios de exigencias visuales moderadas. En este caso, el valor mínimo es de 200 lux, y es, por ejemplo, el que se emplea para trabajar dentro de un almacén.
Uno de los casos más habituales es el de las oficinas donde se trabaja de cara a un ordenador. Se trata de las zonas de trabajo de exigencia alta, donde el mínimo que se ha de instalar es de 500 lux.
Por último, los trabajos de precisión son los que entran dentro de la categoría de zonas de exigencia muy alta, cuyo mínimo es de 1000 lux. Un ejemplo claro de puestos de trabajo que cumplen esas características es el de los relojeros o de los joyeros.
En las zonas comunes, como la cafetería de la oficina, las salas de descanso o similares, el valor de referencia es el que corresponde a exigencia visual baja: 100 lux.