El invierno ya está aquí y te preguntas cómo ahorrar luz en casa. Las estufas eléctricas dejan huella en nuestra factura, pero podemos tomar algunas medidas para reducir el coste. Veamos algunos consejos para ahorrar luz en invierno:
Sustituir las bombillas
Antes que nada, hay que decir que una manera de ahorrar luz es el uso de bombillas Led, bombillas halógenas y bombillas de bajo consumo. En los últimos años ha habido una revolución que ha apartado a las bombillas incandescentes del mercado. Elige la temperatura de la luz que más le conviene a tu hogar y sustituye las bombillas antiguas. También puedes revisar la iluminación de tu despacho. Verás un cambio sustancial en la factura de la luz.
Otra de las formas de ahorrar luz en invierno es a través de la estufa o la calefacción. Con la llegada del invierno, son los primeros aparatos que ponemos en funcionamiento. Pero antes de darle al botón de encendido, deberíamos de tener en cuenta algunas cuestiones.
El aislamiento del hogar
De nada sirve poner la calefacción o la estufa alta si tenemos fugas en las puertas y las ventanas. Hoy en día hay muchos métodos de aislamiento que nos pueden ayudar a mantener la casa cerrada herméticamente. Otra cuestión son los agujeros y rendijas que pueden haber en la casa. Es importante hacer una revisión exhaustiva al comienzo del invierno para evitar que se escape el calor.
El sol, nuestro mejor aliado
Si tu casa está orientada al sol, aprovéchalo. Es la calefacción natural por antonomasia. Abre las persianas durante el día y permite que se calienten las habitaciones. Cuando llegue la noche, la casa ya estará caliente y es posible que solo tengas que poner la calefacción al mínimo.
Vigila los radiadores
Los radiadores son nuestro mejor aliado para calentar la casa. Es importante no poner objetos delante de ellos cuando los utilizamos, por ejemplo aprovechar para secar la ropa. Hacerlo impide que esparzan el calor como deberían.
Otra cuestión es que tenemos que revisarlos año tras año. Muchas veces, entra aire en el circuito del agua del radiador y aunque parece que funcionen, no calientan. Es importante que todos los radiadores funcionen a la perfección para conseguir calentar la casa y ahorrar energía.
Para acabar, no es necesario tener todos los radiadores de la casa abiertos. Es decir, no se tiene que calentar toda la casa, sino solo aquellas habitaciones que utilizamos para vivir, razón por la que se pueden cerrar los radiadores allí donde no se vayan a usar.
La ropa que usamos en casa
Aunque parezca un detalle insignificante, nos puede ayudar a ahorrar sustancialmente. No es lo mismo vestirse con un jersey de lana que con una camisa. Dependiendo de la ropa que llevemos, tendremos que poner la estufa o calefacción más o menos alta, y ahorraremos o gastaremos más en energía.
En invierno, la casa se ventila diez minutos
Si hemos estado toda la noche con la calefacción al mínimo, es una lástima permitir que se enfríe la casa ventilándola más de lo que se requiere. Si nos preguntamos cómo ahorrar luz, otra solución puede ser ventilar lo justo y necesario la casa. No hay que olvidar que los expertos dicen que no se necesitan más que diez minutos.
