Uno de los componentes fundamentales tanto en el interior como en el exterior de una sala de exposiciones o museo es la iluminación.
La forma de observar los objetos, reaccionar ante lo que están viendo nuestros ojos o incluso llegar a experimentar nuevas percepciones de la realidad son solo algunas de las cosas que se consiguen gracias a la iluminación y que nos ayudará a captar la atención o no del visitante.
A la hora de preparar la iluminación dentro de una sala de exposiciones tenemos que tener en cuenta dos tipos de luz, la natural y la artificial.
Encontrar el equilibrio entre ambas es totalmente necesario, aunque no es una tarea sencilla, ya que la decisión que tomemos afectará por completo a la comprensión final de cada una de las piezas expuestas.
Es importante tener en cuenta que el objetivo final es preservar, por encima de todo, la colección completa, además de ser capaces de crear esa atmósfera tan particular que permita aprender y descubrir todos los elementos expuestos de una manera totalmente natural.
Para conseguir todo ello, es importante conocer una serie de pautas a la hora de comenzar a preparar la iluminación para exposiciones.
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Principios básicos en la iluminación para salas de exposiciones
La iluminación es un elemento fundamental a la hora de planificar una sala de exposiciones.
Existen una serie de principios que no podemos obviar antes de comenzar con la estrategia de iluminación.
* Los colores oscuros tienen a absorber por completo la luz, mientras que los claros son capaces de reflejarla.
* Si la superficie reflectante es muy oscura se necesitará una mayor cantidad de luz.
* Por si solo cualquier objeto iluminado se convertirá en una fuente de luz y, por lo tanto, será capaz de reflejar su imagen.
* Los rayos de luz, siempre que no se bloqueen, son una fuente de iluminación de forma igualitaria en todas las direcciones.
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Luz natural y artificial
Combinar la luz natural con la artificial es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos a la hora de iluminar un museo o cualquier tipo de sala de exposición.
Mientras que la luz natural nos ayuda a mantener vivo el interés del visitante, disminuir su fatiga y, por lo tanto, conseguir retener su atención absoluta. La luz artificial proporciona un mayor control y valoración de cada uno de los elementos expuestos.
Como vemos ambas son fundamentales, encontrar el equilibrio entre las dos será sinónimo de un resultado perfecto.
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Elección de tipos de lámparas
A la hora de elegir un tipo de iluminación u otra es importante tener en cuenta ciertos aspectos como el ángulo entre el objeto y la luz, el tono de la superficie que vamos a querer reflejar, incluso la ubicación y espacio en general.
La iluminación que más se suele utilizar en este tipo de eventos en la iluminación LED y esto se debe a dos motivos: la gran calidad de luz que nos permite resaltar por completo los objetos y su alta eficacia.
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Sin embargo, es importante tener en cuenta en la toma de decisión factores como las dimensiones del lugar, así como los elementos que se van a exponer finalmente. Teniendo en cuenta esta información podremos optar a otro tipo de formatos de iluminación como las lámparas fluorescentes, que proporcionan una luz totalmente uniforme y perfecta para obras en dos dimensiones.
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Desde Lighting Spain ayudamos a cada uno de nuestros clientes a encontrar la iluminación perfecta según el tipo de exposición, adaptándonos por completo a las necesidades que se requieran.