Si quieres ahorrar en electricidad, lo primero que tienes que hacer es entender la factura de la luz, para saber dónde puedes economizar costes.
Lo mejor es que una vez que tengas claro los conceptos, te pongas en contacto con otras compañías, para saber cuál te sale más a cuenta.
El mercado libre versus el mercado regulado en la factura de la luz
Ahora mismo contamos con el mercado regulado y el mercado libre. Eso significa que tienes la libertad de elegir con qué mercado quieres estar. El mercado libre nació como efecto de la liberalización. Como este proceso no ha finalizado, todavía existen los dos mercados. En ambos encontrarás los peajes de acceso y los impuestos. Los peajes de acceso comprenden el coste que tiene mantener la red eléctrica y hacer llegar la electricidad hasta tu casa.
En el mercado regulado: la compañía generadora vende la electricidad a la comercializadora y dependiendo de la hora y el día el precio va cambiando. Hay un precio diferente según si consumes en las horas más económicas o no.
En el mercado libre: hay la misma tarifa kWh todo el tiempo. En este caso, siempre sabes cuánto va a costar tu energía.
El fijo y el variable en la factura de la luz
Hay dos conceptos que no se te pueden escapar en la factura luz. Se trata del fijo y del variable.
El fijo: tiene que ver con la potencia contratada. Se paga sin importar si se consume más o menos electricidad. Es decir que si no se consumiera nada de energía, se seguiría pagando. Es el precio por cada kWh contratado.
El variable: Se mide en kWh por hora y es la electricidad que consumimos en el hogar.
El precio fijo puede cambiar de compañía a compañía. Es en este concepto donde se presentan las distintas ofertas. Al final de lo que se trata es de ajustar los kWh a nuestro consumo y sobre todo hacer un uso racional de la energía.
No hay que olvidar que podemos ahorrar de muchas formas: con bombillas halógenas, de bajo consumo o led , cerrando las puertas de las habitaciones en invierno para mantener el calor o tener una iluminación apropiada para cada habitación, entre otras cosas.
La factura de la luz libre y la factura de la luz regulada
Lo primero que tienes que hacer es entrar en la web de tu compañía eléctrica e ir a ver “mi factura de la luz”. Nuestra factura diferirá dependiendo de si hemos decidido entrar en el mercado libre o en el regulado.
En ambos casos encontraremos la identificación de la empresa y los datos de la factura. En los datos de la factura hay el número de factura, la referencia, la fecha de emisión de la factura y el periodo de facturación. También se concreta si el pago es domiciliado o no.
En la factura regulada: Se especifica el resumen de la factura (es decir, el consumo y la potencia contratada de la que hemos hablado anteriormente y los impuestos y el alquiler del equipo), la información del consumo eléctrico con los datos del consumo en el periodo en kWh, los datos de contrato y, por último, la atención al cliente y datos de pago.
En la factura libre: Se especifica el resumen de la factura y datos de pago con la potencia contratada, la energía consumida y los impuestos, pero también se añaden otros conceptos como la regularización y los derechos de contratación. Y luego hay un apartado de información del consumo eléctrico con el consumo en el periodo en kWh.