La iluminación es una parte fundamental dentro de la planificación y diseño arquitectónico, así como para el diseño de interiores. Se trata de un factor que es absolutamente indispensable, y que ya se tiene en cuenta en todos los casos.
Cuando de lo que se trata es de dotar de personalidad propia a un espacio, hacer que sean más personales, o poner el acento y el protagonismo de algunos elementos por encima de otros.
Tanto la luz natural como la luz artificial, el espacio queda instantáneamente enriquecido, y más aun si el lugar que hay que iluminar está pensado para que destaquen ciertos volúmenes, texturas o para provocar sensaciones. Los locales públicos, como tiendas, espacios de restauración u oficinas donde se reciban visitantes o clientes son algunos de estos espacios. Para conseguir de manera más efectiva estos objetivos, la tecnología LED es la solución que mejor funciona a día de hoy.
La iluminación LED ofrece muchas ventajas, y estamos seguros de que ya conocerás el ahorro energético que consigues, pero también es muy útil y eficaz para ser utilizada a la hora de conducir la mirada hacia los aspectos concretos de un espacio que deseamos destacar. Esa lo que en iluminación se denomina iluminación de acento: haces que destaquen zonas muy específicas de un espacio o de un edificio en concreto, de manera que la iluminación general se vea complementada por esta.
¿Cuál es el objetivo de la iluminación de acento?
El primer objetivo que tiene este tipo de iluminación es conseguir que la mirada de los visitantes o clientes vayan a una zona concreta, tanto en el exterior como en el interior. Otra función que puede cumplir a la perfección es la de dotar de mayor profundidad a las diferentes texturas. Bien utilizada, puede ser un potente matizador del aspecto general que tiene el espacio.
Uno de los recursos más habituales para conseguir una buena iluminación de acento es usando un cierto tipo de luminarias, diseñadas para que el ángulo de apertura que tienen esté reducido lo suficiente como para que tan solo se iluminen los detalles de la zona o del objeto que se desea resaltar.
También es muy habitual el uso de luces con distintos colores, de manera que el contraste que se consigue con respecto a la iluminación general sea más acentuado.
Las lámparas diseñadas para la iluminación de acento suelen ser focos y los proyectores en carril. Pero también es muy habitual encontrarnos con apliques de pared diseñados tanto para espacios exteriores como interiores, que cumplen perfectamente esta función.